Ruta del Románico

La ruta del románico

sep
UN PATRIMONIO POR DESCUBRIR

El patrimonio románico del Valle de La Fueva tiene su origen a principios del siglo XI, cuando Sancho III el Mayor, anexionó Sobrarbe al reino de Pamplona prolongando hacia el este la línea defensiva de sus dominios. Tras la reconquista de territorios altoaragoneses a los musulmanes, asentados aún en plazas próximas a Barbastro, Graus o Monzón, creó un cinturón defensivo para proteger los valles del Cinca y del Ésera de un posible ataque enemigo y el valle Fueva se convirtió en un enclave estratégico por su ubicación.

La ruta del románico de La Fueva nos transportará en el tiempo gracias a las construcciones defensivas del S.XI, como el castillo de Samitier, el complejo militar de Muro de Roda o el castillo de Troncedo, declarados como Bien de Interés Cultural. También de la primera mitad del siglo XI son las primitivas iglesias románicas de San Bartolomé de Muro, de San Juan de Toledo o la de San Emeterio y San Celedonio en Samitier, con influencias claras de los maestros lombardos.

Del siglo XII tenemos las iglesias de Muro, Tierrantona, Morillo, Troncedo y ermitas como la de la Esperanza de Clamosa. Del S. XIII son las iglesias románicas de Fosado y Charo.

El gótico, normalmente tardío, se desarrolló en el siglo XIV, como ejemplo, las parroquias de Palo, Formigales y Rañín. La renovadora época barroca aportó otras iglesias como la de Trillo (siglo XVII), la de Clamosa (siglo XVIII) y la de Samitier (siglos XVIII-XIX). Por último, cabe destacar el Santuario de Nuestra Señora de Bruis, en Palo, que empezó a edificarse en el siglo XVI y continuo su reforma hasta el siglo XIX.