Ruta necesaria. Ruta de culto. Territorio incógnito. Monte asalvajado que una vez estuvo humanizado. Ruta para mirar, para detenerse, para respirar el romero sin darse cuenta. Para volar. Y no solo eso, también las historias de amores entre pueblos tienen su testimonio en el abrigo de los novios. Guatarán y amén. Así sea.
MÁS INFO: